sábado, 7 de marzo de 2015

LA CUENTA SUIZA

LA CUENTA SUIZA

En el salón presidencial penetró con aire desenvuelto y altivo el hombre enviado por el Círculo Empresarial de la nación. No parecía nada intimidado por el aspecto regio y suntuoso del lugar, y ello era porque había conocido tal lugar mucho más suntuosamente decorado y con mayor regidad en un pasado más bien próximo.
El nuevo presidente sabía que tenía ante él al sicario que le enviaban para tratar de engatusarle, probablemente con "regalos", y que se doblegase así un poco ante sus exigencias para un futuro laboral en el país... algo que les fuese ventajoso, sin límite a la tal ventaja.
-Señor Presidente.. -y extendió la mano el recién llegado.
-Señor Sica... -le contestó el Presidente de la nación, presidente tras las recientes celebradas elecciones nacionales. Elecciones de carácter democráticas, pese a lo cual el grupo del que ahora era presidente electo había conseguido casi una mayoría absoluta; incluso a pesar de los diversos mecanismos "ilegalmente lícitos" que la llamada ahora "oposición" había utilizado para evitarlo en lo posible: los habituales: el voto múltiple y, sobre todo, el voto del difunto, aquel que tras fallecer sigue constando en el censo electoral.
-¿Qué... cómo me ha llamado?
-No, nada, cosas mías... (el Presidente no quiso decirle que Sica era por "sicario", no sentió necesidad en aclararle el asunto; eran otros los temas que convenía aclarar).
-Bien... -algo amoscado sí que se mostró el enviado-, iremos al grano si le parece bien, señor... (y apeó a propósito lo de "presidente") Aquí le traigo el borrador con las medidas que nuestra "agrupación empresarial" ha decidido que se deben tomar para una marcha conveniente del mercado laboral y productivo de este país... Son las habituales en estos casos, y creo que a usted ya se le ha puesto al tanto de todo el asunto de forma detallada... En realidad yo estoy aquí únicamente para recoger su firma, un simple trámite molesto...
-Bien, señor... Tome asiento (lo cual era una ironía, ya que hacía varios segundos que el otro se había sentado lo más cómodamente posible que le fue)..., como si estuviera en su casa. Usted representa a ese "grupo empresarial" de la nación que forma de ese otro "grupo empresarial internacional"...
El otro le dejó hablar cuanto quisiese, pero de hecho sin escuchar nada de lo que decía, incluso el propio presidente hubo momentos en que no sabía de qué estaba hablando ni él mismo... Cuando el presidente pareció haber acabado dado que siguió un largo silencio, el visitante volvió a fijarse en él y se mantuvo a la espera.
Abrió su maletín y sacó un expediente. Lo puso sobre la gran mesa de despacho, al alcance del dignatario.
-Disculpe si no he prestado mucha atención: ¿ha dicho usted que sí o que no?
El presidente apartó el "contrato" que se le ofrecía.
Otro nuevo legajo de papeles fue a caer puntualmente frente al presidente.
-¿Y esto qué es?... ¡Eh... dos millones de euros... ¿esta cuenta no es mía?... ¿Qué significa esto?
-Que hoy mismo se hará pública la información sobre esa cuenta que se encuentra a su nombre en el Banco suizo que figura. Esa cuenta es suya para lo bueno o lo malo, depende de usted.
El Presidente había comprendido que la cuenta era suya para bien o para mal aunque nunca la había abierto. ¿Dos millones de euros?
Firmó el contrato vinculante con sus verdaderos amos, se fue el mandado, y el señor presidente de la nación se quedó abstraído y preocupado. ¿Remordimientos por la tración que le hacía a su pueblo, a sus electores?... Bueno, tal vez algo de eso.
"-¿Y qué debo hacer ahora con la que yo me abrí..., cerrarla... cambiar este dinero a allí... podré...etc..."
La duda siempre atenaza a los gobernantes.

Murcia, 2-02-2015

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